Buscábamos un escape cerca, tomar aire puro y despejarnos de la ciudad. ¡Repetiría la decisión de visitar la hacienda San José mil veces más! Las habitaciones son lindas, la cama súper cómoda, protocolos de bioseguridad a rajatabla, la hacienda super bien cuidada, el personal súper amable y LA COMIDA chicos, ¡increíble! Además, es mágico sentir que estás en un lugar con tanta historia. La hacienda San José es una joya y vale la pena escaparse ya sea para descansar unos días o para trabajar remotamente con cielo azul y sonido de pajaritos.